Su capacidad de análisis se ve saturada según ella misma lo dice
Ella por las noches, después de su trabajo ve fotos, pero no son fotos hechas por a ella.
Ella edita de fotos, tomadas por un fotógrafo que le dobla la edad, para
un proyecto de exponer el año que viene.
El fotógrafo dejó a medio
terminar lo que él escribe, eso que escribe que siempre dejaba a medio
terminar, y se fue hacia el del baño. Tiene unos kilos de más, siente sus ojos
cansados, y su cabello ya mostraba algunas canas. Un cigarro detrás de otro.
Ella, ella. ¿Qué sentiría por él?
Ella tiene veintidós años y el cuarenta y cuatro. Su relación se basa en
el ese modo de actuar tan ambiguo, pero tan antiguo, que oscila entre su
relación de trabajo, el querer ser sólo amigos y el querer ser algo más.
¿Cómo le vería Ella? Como su padre, su hermano, su amante. Ó como nada
Ella, Ella ¿por qué esa necesidad de estar a su lado y querer huir a la
vez? Descolgó el teléfono y marcó el número de ella...
-Hola, no sé lo que sentimos el uno por el otro pero necesito que me
digas que no pasa nada por estar pensando en vos ahora, porque no sé si lo
único que poseeré de ti será el imaginarte a mi lado... Siguieron hablando y
hablando... en el ambiguo deseo que nace entre la juventud y la madurez.
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